Cuando las personas entraron en confinamiento por la pandemia de Covid-19, muchos y muchas se dieron cuenta de la soledad de la existencia.
Aunque suena un tanto filosófico, estar tanto tiempo en casa, generó que la gente fuera más consciente de la importancia de la interacción social, aspecto que antes se daba por sentado. Y es que tomar un cafecito a media mañana, o compartir conversaciones casuales en medio del trabajo; era parte del cotidiano. Por eso, el hecho de no poder interactuar con los demás, de manera obligatoria, se sintió como una broma de mal gusto. Fue en ese contexto donde muchos se preguntaron: ¿Deberé tener una mascota? Y se aventuraron.
Sin embargo, criar mascotas en pandemia, no es lo mismo que hacerlo en condiciones de ‘normalidad’ en cuanto a rutinas. Así, -tras este período- se generó una fuerte dependencia emocional entre perros y tutores, que desató una especie de ola de ansiedad por separación. Aunque este problema es de larga data, dicho diagnóstico se ha puesto de moda, incluso siendo mal utilizado para todo tipo perros que ladran, rompen cosas o aúllan al quedarse en casa.
Entonces, ¿Qué nos dice esto de nuestro vínculo con los animales?
En este contexto de pandemia, pasamos del extremo de tener perros solos en el patio, a llevarlos adentro de las casas 24/7, viviendo con nosotros y teniendo nuestra atención en gran parte del día. Es decir, se pasó de poco a mucho, en una cantidad de tiempo limitada. Y esto gatilló problemas de apego con nuestros animales.
El vínculo humano-animal llegó para quedarse, y es lo que llamamos hoy en día como antrozoología o el estudio de nuestro vínculo con los animales. Ahora que volvió la normalidad, ¿Qué podemos hacer para entregarles bienestar y disminuir la posibilidad de ansiedad por separación cuando se quedan solos en casa?
- Haz un trabajo paulatino: Si sabes que tienes que irte de la casa por muchas horas, empieza a dejarlo solo con sus juguetes de a poco, en una zona segura, como un kennel o manta con tu olor. De lo contrario, su cerebro no estará listo para procesar este cambio.
- Ojo con los mitos: La ansiedad por separación no se gatilla por dormir con tu perro, ni mejora si es que te despides de él al momento de irte. Recuerda que este trastorno de apego tiene que ver con falta de seguridad y la fobia que genera la soledad.
- Poner una cámara: Puede servir para ver qué cosas problemáticas hace mientras tú no estás. No supongas cosas, es mejor verlas porque esto ayudará al profesional de la conducta a darte una mejor solución.
- Puedes seguir abrazándolo y dándole cariño en el proceso: Eso no tiene mayor relevancia en el mejoramiento del problema. Los ‘trastornos por soledad’ tiene que ver con el apego y la falta de seguridad que tu perro tiene con el mundo, y no con tu modo de expresión del amor frente a ellos.
No subvalores este trastorno: Recuerda que esto se trata de una patología conductual que debe ser evaluada por un profesional.
