Daniela Araya

Bigote y el discurso ante el maltrato animal

09.08.2023
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Hace unas semanas, en el reality Gran Hermano se encendieron las alarmas ante los maltratos recibidos por el perro Bigote de parte de algunos participantes del espectáculo.

Mediante videos difundidos por redes sociales y sacados de la transmisión 24/7 del show, se veía cómo Lucas Crespo le apretaba el hocico al perro, mientras que Fernando Altamirano -más conocido como Bambino-, se refería a él en duros términos, ‘bromeando’ con que no se destinaría presupuesto para su comida semanal. 

Sin embargo, antes de la polémica, no muchos se cuestionaron sobre la introducción de Bigote al reality. Si bien es una buena señal tener un perro en televisión para concientizar sobre su importancia en la sociedad, nadie se preguntó: ¿Esto es para beneficio de los concursantes o del perro? ¿Cómo se ve afectado un animal que está encerrado todo el día y a cargo de personas que, por el mismo contexto, se encuentran estresadas y expuestas? ¿Se le está asegurando su bienestar como animal? 

Creo que las personas y la población en general hoy tienen mucho más conciencia de lo significa este concepto para nuestros perros y gatos. Que esto no se trata solo de dar comida y agua.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, el bienestar implica asegurar 5 libertades que van desde comida, agua, zona segura, ausencia de dolor y expresar conductas naturales (roer, lamer, morder, perseguir y destripar). Pero, además, el bienestar supone ese necesario respeto humano-animal. En el reality eso se vio vulnerado; no sólo por los actos físicos de uno de los participantes, sino también por el lenguaje usado para hablar sobre Bigote. ¿No es eso maltrato también?

Si bien la población es consciente de las consecuencias de no cumplir a cabalidad la famosa Ley Cholito (21.020), este tipo de conductas, más ‘veladas’, aún siguen muy presentes en la sociedad. Y es que muchas personas aún creen que los animales no son seres vivos, sino que son ‘cosas’ serviciales a los humanos, minimizando sus necesidades e ignorando que también merecen respeto y consideración. 

Así, se hace interesante poner en discusión este tipo de hechos porque nos permiten poner el ojo en el doble discurso que existe en una sociedad que dice ser pet friendly y cree que los animales siempre lo pasan bien en los lugares donde hay humanos; pero que tolera el incumplimiento del bienestar animal.

Escrito por

Daniela Araya es Médico Veterinaria, Magíster de Etología y Bienestar ©, y directora Terapia Animal Chile. Actualmente, se dedica a la etología, acompañando y evaluando el comportamiento de perros y gatos.

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