Rosario Grez

Wild forever de Sophie Ellis-Bextor: El valor de apostar

22.08.2022
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Creo que Sophie Ellis-Bextor es una artista subvalorada. En general es conocida por Murder on the Dancefloor, una canción pegote, bailable y livianita (y lo digo en el mejor sentido), pero para mí ella es un mundo.

Son tantas las canciones que me gustan: I Won’t Change You, Love Is You, Music Gets The Best Of Me, Mixed Up World, Take me Home, Get Over You, Is it Any Wonder, Me And My Imagination, entre varias otras, por eso me cuesta entender que no se escuche más, especialmente porque es pop puro. Y pop bueno.

Wild Forever es parte de su sexto disco, Familia, el que siguió a Wanderlust. La propia Ellis-Bextor definió así este álbum: “Familia es la hermana menor, más extrovertida y atrevida de Wanderlust. Ve a la chica Wanderlust alejarse de Europa del Este hacia el clima más cálido y soleado de América Latina, donde ha cambiado el vodka por tequila”. El concepto wanderlust es de origen germánico y se refiere al deseo de viajar o de descubrir el mundo, y la canción que abre Familia confirma los dichos de la británica para describirlo. Y en este momento, yo no podría sentirme más identificada.

Siempre fui una persona muy estructurada. Responsable y en general poco dada a los riesgos, pero comenzando este año la cosa cambió.

Venía amasando desde hace un tiempo la idea, quería irme de Chile. Al principio pensé en el lugar más lejano de todos: Australia. Estaba decidida e incluso había pagado una parte, pero en enero viajé a Buenos Aires, algo que estaba haciendo mucho menos que antes, por la pandemia. 

Allá un amigo me preguntó por qué me iba tan lejos y si había considerado la posibilidad de instalarme en Argentina. Yo jamás lo había pensado, un país azotado por problemas económicos desde hace décadas no parecía la mejor alternativa, pero luego él me recordó lo conveniente que es el cambio para los chilenos y me hizo mucho sentido, más aún porque Buenos Aires es una ciudad que quiero y que me es muy familiar; ahí fui al colegio un par de años y también es donde vive mi mejor amigo, por lo que solía ir muy seguido. Otro gran beneficio es que está a menos de dos horas de Santiago. 

Sonaba perfecto. Así que lo hice, me fui.

Darling I’m not so uptight / And I can still put my mind on the flip side / Cause I’m a soul resigned to a mundane line

Cuando recién empecé a masticar la idea tuve algunas dudas, pero la misma persona que me lo planteó me dijo algo que me quedó dando vueltas.

Fue más o menos así: “¿Qué importa si te arrepientes o te equivocas? Lo viviste, ¿hay algo mejor que eso?”.

Suena obvio, pero no lo es. Y menos para una persona como yo, que históricamente calculó todo, muy disciplinada y más bien temerosa, pero esa frase se me incrustó en la cabeza. 

Soy periodista y no es fácil tener una buena pega en el rubro. Yo trabajaba en un lugar privilegiado, hacía lo que me gustaba y estaba muy cómoda. A pesar de ello, renuncié. A mis 39 años arrendé mi departamento, vendí mi auto y otras cosas y a mediados de abril ya estaba en Buenos Aires, apostando sin ninguna garantía. Todavía no puedo creer cuán rápido ha sido todo.

Why be so ordinary, why just conform? / Let’s rip the night in half and forget it all / So keep the engine running under the stars / I feel release is coming, tonight it’s ours

No podría estar más contenta. Ha sido un acierto, mucho mejor de lo que podría haber pensado. 

Es tan fácil confundirse, aferrarse a lo innecesario y olvidarse de lo que uno realmente quiere hacer con su vida. Y es también tan fácil pasarlo mal sin sentirlo. Con eso no me refiero a que haya que hundirse en la melancolía ni disfrutar el dolor, a lo que voy es que hoy es tan común tapar lo que no es lindo, lo que no es placentero, olvidándonos de lo real. Yo creo que vivir la dificultad tiene un significado extraordinario. Todavía lo estoy trabajando, es parte del viaje.

We shouldn’t fight the way we feel / When it comes from somewhere real 

Estoy más que segura de mi decisión, pero he tenido algunos momentos que han hecho que recuerde lo que me dijo mi amigo antes de venir. Ahí me detengo, miro, respiro y me acuerdo de por qué hice lo que hice. Ni siquiera desde un punto de vista optimista, sino consciente. Y cada vez que lo hago llego a la misma conclusión: es lo que tenía que hacer simplemente porque es lo que quería hacer. 

You’ve got to lose yourself / To find your way back home

La libertad entrega una sensación inigualable, porque la infinitud de posibilidades genera un sentimiento de liviandad maravilloso, que no se parece a nada. No asegura la felicidad constante pero, sin lugar a dudas, vale la pena.

We just have to surrender / We know we know

Escrito por

Periodista con más de 15 años de experiencia trabajando en medios escritos, digitales y principalmente en proyectos de radio. Ama a sus amigos, las flores y sus audífonos.

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