La directora Greta Gerwig en la recién estrenada película Barbie propone una distopía donde las mujeres manejan el mundo.
En “Barbieland”, ellas son las que toman las decisiones, administran la ciudad, adquieren roles de poder y más importante aún, son las que se acompañan y apoyan entre sí. Aquí, sin embargo, no hay cuestionamientos.
Eso hasta que Barbie se deprime: empieza a pensar en la muerte, sus pies ya no son los mismos y de repente, le aparece celulitis en sus muslos. Y la única manera de volver a su ‘antiguo yo’ es salir de Barbieland para encontrarse con el mundo de los humanos. Gracioso, porque en ese viaje se ve cómo Barbie, junto a Ken, se enfrentan -por primera vez- a los estereotipos de género que operan en la sociedad. Ambos se sorprenden: Barbie, porque se siente observada y violentada; y Ken, porque se da cuenta que aquí las cosas son mucho más beneficiosas para su género.
Es un ejemplo exacerbado de las diferencias de las que pocas veces somos conscientes, y nos hace cuestionar desde los clásicos roles de género hasta los nuevos planteamientos del feminismo.
Esta propuesta viene a deconstruirlo todo, de una manera tan cómica que se nos olvida que lo que está haciendo es evidenciar el sinsentido de estos roles tradicionales y aún más, mostrar que la perfección, cuando estamos en el terreno de las emociones y sensibilidades, no existe.
Y es que Barbie, se empieza a cuestionar por primera vez. Cae en una crisis existencial. Empieza a ver lo que era invisible para ella, busca respuestas en la relación con otras barbies, pero también en la reflexión personal. ¿Cuál es mi propósito como muñeca? ¿Qué es lo que he estado haciendo todo este tiempo? ¿Qué mensaje he estado entregando? ¿Ha sido útil para las mujeres del mundo? ¿Cuál es el sentido de la vida? Preguntas que murmuran en nuestros pensamientos y que, a veces, no nos dejan dormir.
Más que un recorrido al mundo de los humanos, Barbie da cuenta de un viaje interior: el que todos y todas hacemos para darle sentido a nuestra existencia.
El camino que decide andar es uno que sabe donde empieza, pero no dónde termina; dónde avanza, pero también retrocede: que tiene inconsistencias, incoherencias, pero también mucho de genuinidad. Y eso creo que es un plus y lo más profundo de la película, el cómo las personas enfrentamos los cambios, de qué manera nos hacemos cargo de lo que nos pasa y cómo empezamos a hacer las cosas de una forma distinta.
¿Por qué pienso que ha gustado tanto Barbie? No creo que sea por el rosado y la nostalgia de nuestra infancia, sino porque viene a mostrar a las muchas mujeres que tuvimos una de estas muñecas, que la vida está en constante cambio. Que no solo podemos ser quienes queramos ser, sino que eso implica hacernos cargo de esa decisión, con todo lo bueno y malo que eso conlleva.
