En su libro de memorias Indemne todos estos años, el crítico Camilo Marks explora entre el humor negrísimo, la rabia y el desparpajo su vida política y literaria, deteniéndose especialmente en su papel clave como abogado del Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura cívico-militar. Ahí, Marks comenta que el abogado José Zalaquett estableció en el Comité Pro Paz que la credibilidad sería la esencia de toda la documentación que proviniera del organismo. Lo fundamental era ser eficaz: se desterraba toda narración o historia desmedida, irónica, panfletaria o demasiado política.