A fines del siglo XIX (1801-1900), una parte importante de los judíos en el mundo vivían en Europa Central y del Este. Para ese entonces, existía una creciente oleada de discriminación y violencia en su contra, lo cual, también había ocurrido numerosas veces en siglos anteriores, generando un proceso de reflexión dentro del culto.
En este contexto, se fundó un movimiento conocido como Sionismo, proponiendo la creación de un estado en donde los judíos fuesen mayoría, de forma de evitar las persecuciones experimentadas a lo largo de su historia. El lugar elegido para establecer este país fue en la región de Palestina, territorio donde surgió el judaísmo aproximadamente en el 1.000 a.c y cuyos creyentes fueron mayoritariamente expulsados hacia Europa luego de diversas guerras en contra del Imperio Romano. Además, en el Antiguo Testamento, colección de textos sagrados del Judaísmo, se menciona que Dios promete estas tierras a sus fieles, reforzando la tesis sionista.
Expulsiones de judíos (1100-1600)
De esta manera, se inició un proceso migratorio de judíos hacia Palestina, habitado, para ese entonces, por árabes que en su mayoría eran musulmanes. El exterminio de más de seis millones de judíos en la Segunda Guerra hizo que la migración se disparara luego de terminado el conflicto, tensionando enormemente las relaciones entre la población que vivía allí. Para ese entonces, el territorio era una colonia británica (el imperio más grande del mundo), pero mantener esta realidad era carísimo, así que, de forma imprevista e impulsiva, Inglaterra decidió irse de Palestina, pidiéndole a la recién creada Organización de Naciones Unidas intervenir para resolver la situación.
Así, la institución propuso en 1947 un plan para repartir el territorio en dos: una parte para los judíos y otra para los palestinos.
Mientras los primeros aceptaron, los segundos no. Por esto, cuando el 14 de mayo de 1948 Israel declaró su independencia, todos los países que lo rodeaban (Egipto, Jordania, Siria e Irak) atacaron al nuevo país.
Como Palestina no tenía Estado ni instituciones, no tenía la capacidad de defenderse, por lo que los árabes consideraron un deber histórico y cultural la declaración de guerra de la que finalmente fueron derrotados. Como resultado, el mapa propuesto por las Naciones Unidas quedó radicalmente alterado, ya que Palestina quedó cercenada en dos partes: la franja de Gaza (ocupada por Egipto) y Cisjordania (ocupada por Jordania). Como consecuencia, más de 800.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares, proceso definido como la Nakba (catástrofe en árabe).
En la guerra de 1967, Israel ocupó militarmente ambas regiones, pasando los palestinos a estar dominados por el ejército israelí, expulsando nuevamente entre 100 a 200 mil palestinos de sus hogares.
Con el fin de la guerra fría, Estados Unidos propuso la solución de establecer dos estados, lo que suponía a los palestinos recuperar el control total de sus territorios.
Los acuerdos de Oslo en 1993, firmados en la Casa Blanca, fueron lo más cerca que se estuvo de lograr un tratado de paz. El documento permitió creación de un gobierno palestino y su control parcial de Cisjordania. La idea era que en los años siguientes la soberanía palestina se restableciera gradualmente hasta ser total. Pero, el primer ministro israelí que lideraba el proceso, Yizthak Rabin, fue asesinado por un fanático judío que pensaba que Israel estaba concediendo demasiado. Mientras, otros grupos extremos palestinos que no estaban de acuerdo con el proceso, comenzaron a atacar a Israel, generando una crisis de seguridad que llevó al poder por primera vez al derechista Benjamín Netanyahu (1996-1999), también opuesto al acuerdo de Oslo, el cual, terminó por colapsar.
El retorno de Netanyahu al poder en 2009, el cual, ha mantenido casi sin interrupción hasta el presente, hizo que el país se alejara de la solución de dos estados, dedicándose a administrar la situación actual sin proponer una solución. Lo anterior se agravó considerablemente cuando en 2022 fue reelecto, decidiendo formar el gabinete de más extrema derecha en la historia del país.
Muchos de sus ministros eran fanáticos religiosos que no reconocían la existencia de los palestinos, y que no escondían la intención de expulsarlos de sus tierras. Mientras, una polémica reforma judicial destinada a salvar de la cárcel a Netanyahu por diversos escándalos de corrupción dividió profundamente al país, mostrando una inusual vulnerabilidad. Por otra parte, el acercamiento de Israel a países árabes sin una propuesta de solución a la causa palestina, puede haber sido algunas de las razones que movieron a Hamas a atacar a Israel.
Para entender, Hamas es un grupo fundamentalista islámico que no reconoce la existencia de Israel y que, en 2006, tuvo un gran triunfo en las elecciones legislativas de Palestina, propinando una derrota al oficialismo. Por esta razón, el gobierno palestino decidió cancelar las elecciones, manteniéndose el mismo presidente desde ese entonces, negandose a llamar a nuevos comicios.
Ante esta situación, Hamas lideró una insurrección, tomando el control de la Franja de Gaza, en 2007 (40 kilómetros por 10 aprox), implicando que Israel bloqueara el territorio por cielo, mar y tierra, rodeándolo con una masiva barrera de forma de poder contener a Hamas.
La guerra desatada por el ataque de Hamas a Israel ha vuelto los ojos del mundo a este olvidado conflicto, temiendo una posible expansión que pudiera hacer el ingreso de otros países, complejizando aún más una posible solución que podría ver morir a miles de civiles más de lo que ya lo han hecho. Por otra parte, ha puesto a Netanyahu entre las cuerdas, con varias encuestas responsabilizándolo por el estallido de la crisis actual, que podrían presagiar un trágico fin a su polémica carrera en la política.
